Chocolate Pudding

lunes, 12 de abril de 2010

Un verdadero pudding es lo que tengo entre manos.

Antes de nada, diré que borro la entrada anterior, porque no ha cumplido su finalidad. Si yo escribo algo, y lo hago para alguien, y ese alguien no lo lee, no tiene sentido. Así que como si nunca hubiese existido. Aquí paz, y después gloria.

Como siempre que me encuentro en este estado de alteración y esquizofrenia característico de los puntuales días en los que me siento yo, ya he escrito tres actualizaciones y las he borrado. Como siemrpe, no sé cómo ordenar mis pensamientos o cómo expresar mis sentimientos.

Y me gustaría escribir sobre una parte de mi vida plagada de éxitos y fracasos. Aunque a cada momento me persuado a mi mísma de no hacerlo, por las palabras de alguien importante que hicieron mella en mi conducta...

Pero hoy tengo que saltármelas. Al menos lo haré en parte.

Acabo de descubrir que ya no existe 'Seguimiento tras la perdida'.
Me encuentro un poco triste de saber que aquellos documentos que habían sobrevivido a tres ordenadores y dos formateados, ya no estan. ¿Realmente los borré...? ¿Cuándo?
Voy a tener que cuestionarme ya seriamente si mi memoria es lo que solía ser.

Sí, si lo es. 

Me jode ser una señorita, ¿sabéis? Me enerva en grado extremo.
Que siempre me haya salido todo bien. Que nunca nada se salga de mis previsiones o de lo que yo quiero.
Nadie me ha dicho nunca que no a nada. Sólo he sido, y soy, una estúpida consentida que goza de una extraordinaria suerte que ni siquiera se merece.
Quizás es por eso que aún ahora, quiero tener presente aquel sentimiento que me puso en mi lugar una vez, que me enseñó la verdadera esencia de vivir en toda la amplitud del término.
La sensación que me quemaba por dentro con sólo un pensamiento, que me drenaba a lágrimas con un sólo recuerdo, que me hizo bajar a lo más hondo y humillarme todo lo posible. Ese martirio que yo misma me autoimpuse, que no quise olvidar durante dos años porque -pensaba- que siempre había una posibilidad...

Porque no aceptaba que a mí pudiese salirme mal la jugada.
Porque no me resignaba a un NO.
Porque, haciendo gala de vanidad, no era capaz de concebir que mi moderada belleza y mi ágil intelecto no fueran capaces de proporcinarme mi deseado fin.

Creo que ahora me doy cuenta de que aun pasado tanto tiempo, me niego a desterrar esas vivencias de mi mente, no es porque donde hubo fuego aún quedan cenizas, no. Es porque no debería olvidar que no soy la reina del mundo, ni la ama de nadie.

Sueltas mi mano, y simulas una sonrisa para mi
Tengo la sensación de que no sabes que hacer
Miro profundamente en tus ojos, dudo un momento...
¿Por que estás llorando?
 



Porque tengo que dejar de ser Tallulah, antes de que quienes me importan se den cuenta de que es más fácil vivir solos que viendo que se les escapa el tiempo... Antes que me digan NO también, y se marchen de mi lado. Y yo vuelva a darme cuenta de que NO soy la única.

I'm not the only one. 
Mis fieles seguidores, espero que ahora comprendáis el por qué amo tanto esa frase de Nirvana.

Yo nunca he sabido vivir sola, ni sabré. Siempre he corrido de unos brazos a otros como alma que lleva el diablo, cada vez que me han abandonado. O que me he querido marchar yo. Es ésa mi desgracia, la de no concebir la existencia sin el calor de otra ánima. 
Y eso es algo que comprendo que nadie me perdone, y todos me tengan en cuenta.
No me siento orgullosa de haber sido una yegua sin frenos. Lo siento.

De todo corazón, espero que ésta sea La Vez.

0 comentarios: