Little bean, piece of me.

lunes, 11 de abril de 2011

'Ellos no habían nacido para ser especiales, y ambos lo sabían. Pero siempre un poco más ella que él.'

Y es que no entiendo cómo pude perderla. Ella no era lo que yo siempre había querido, y por eso precisamente me tenía enamorado hasta los huesos. Aunque parecía tremendamente meditabumda y siempre sumida en la tiniebla de sus cosas, escudada en su mirada fría para ahorrarse necios compromisos, siempre tan misteriosa... cuando se dejaba ser ella misma, descubrías que no era más que una niña ruidosa, que decía cosas tontas y no paraba de hacer absurdeces sólo por conseguir llamar la atención y no sentirse tan sola. Una niña a la que le gustaba jugar a los disfraces tanto, que ya no distinguía dónde acababa la máscara y dónde empezaba ella.

Ese don, ése que solo he encontrado en una mujer. El de ser a la vez, lo más cercano y lo más lejano, lo más frío y lo más cálido, lo más recto y lo más absurdo, lo más bello... lo más completo. Lo más raro, lo más sincero, y sobre todo, lo más especial que he visto nunca en mi vida.

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