Cinnamon

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Roja. Roja intensa.

No sé por qué camino. Pero el caso es que estoy andando. No sé hacia dónde voy, pero tampoco me detengo. Hace frío. Tengo la nariz roja y las manos moradas. Pero parece que no me importa. Continúo mi marcha. 

De pronto, estoy en el parque del pueblo. Las hojas otoñales caen a mi alrededor, cubriendo bancos, césped, arbustos... Pero ninguna cae en la fuente. Ahora que me fijo, la fuente está rara. En invierno normalmente no sale agua de ella. Y ahora está saliendo algo. Pero no es agua. Es de color dorado.
Me acerco a ella, con el crujir de las hojas acompañando mis pasos. El líquido que emana la fuente desprende un sutil humo. Toco el mármol del estanque, y está calido. Muy cálido. Como si sólo en el espacio que rodea la fuente fuese verano, en lugar del gélido invierno que recorre estos días el pueblo. 
Me asomo, con los ojos cerrados, para calentar mi cara un poco. Los abro, y veo algo quenada por el fondo de la fuente. Es una foto. Una foto que no debería estar ahí. Una foto que se ha escapado de mi corazón.
Sin pensarlo, meto la mano hasta el fondo y la cojo. No puedo evitar un profundo grito de dolor. El agua de la fuente, es aceite hirviendo. Noto como lentamente, mi brazo se queda en carne viva. Pero no saco la mano. Me niego. No puedo soltar esa foto. No puedo perder mi esperanza. 
Las lágrimas no paran de brotar por mis ojos.  Pero ni un sonido sale de mi boca. No es dolor físico lo que me aflige. Me está ardiendo el corazón. 
Y así, arrodillada en la fuente, aferrada al recuerdo, veo pasar el invierno. La primavera llega, pero el aceite no deja de hervir. También el verano, pero sigo sin poder sacar el brazo. Por último el otoño, y las lágrimas no cesan de resbalar por mis mejillas..
Pierdo la cuenta.  Hasta que por fin un día, logro sacar el brazo. Ni pizca de humanidad queda en él, nada de carne. Sólo duro y seco hueso
Las lágrimas se van. Una tímida sonrisa asoma en mis labios. Miro la foto, y la llama se espande dentro de mí. Una de las dos caras está borrada.
Le doy la vuelta. Las palabras escritas han cambiado. Noto como toda yo me consumo.
''Every moment You'll wish you were here with me now.''
Sopla el viento, y arrastra mis cenizas.



Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido...
       

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