Chili Mango.

 Si, si, preciosa, pero lo peor que jamas has probado.


Movia las manos frente a Naira, con ademanes rapidos de pretidigitador, echando hacia adelante, los codos apoyados en la mesa, como si estuvieran en el aula. Pero no paro de hablar, dijo advirtiendo el silencio indiferente de ella, incomodo ante su mirada, que ahora lo traspasaba como una mano que se extiende para descubrir la inconsistencia de una sombra. Encendio un cigarrillo, dio una palmada, llamo al tabernero por su nombre, le sonrio cobardemente a ella al preguntarle que iba a beber.
-Nada.
El pidio media de tinto del pais. Se puso muy serio y por fin la miro abiertamente a los ojos. Saber de antemano lo que estaba a punto de escuchar no lo hizo menos doloroso para ella, pero si mas humillante, porque asistia a una representacion mediocre, en la que no habia ni una sola palabra que no hubiera sido repetida ni gastada muchas veces, por ese mismo hombre y por otro, en cualquier idioma y en cualquier lugar, palabras de cobardia masculina, de sinceridad embustera y tortuosa, de compasion indeseada, de arrepentimiento y consuelo y futura lealtad a pesar de todo. Eso era lo que distinguia ella al escucharlo, no frases que se enlazaban entre si, sino palabras aisladas, viles, dañinas como agujas, suaves, venenosas, comunes, y tras ellas, un desadimiento de la realidad y un dolor tan pesado como un bloque de plomo, que volvia casi trivial el motivo que lo provocaba, y tambien al hombre, ahora educado y extrañado, que movia las manos ante ella o hendia nerviosamente la uña del dedo indice la superficia aspera de la mesa.

Podria decir tantisimas cosas. Pero estoy demasiado enfadada, y muy cansada ya de volatiles apariciones y desapariciones, y de palabras comunes y dañinas.

Supongo que este texto las dice todas por mi. Y a buen entendedor, pocas palabras sobran.

He escrito ya cuatro entradas en lo que va de dia. Y se conserva el texto de la primera, la cancion de la segunda, y las tres lineas de la cuarta.

Pero visto lo visto, hoy soy incapaz de organizar mis pensamientos y expresarlos por escrito.

Asique asi se queda, esta maraña de ira, decepcion, indiferencia y animo, sin pretender ser interpretada por nadie.

Y sin mas dilacion y aun menos explicacion, me voy con una alegria supina y absurda que no corresponde con el huracan que llevo dentro.